Se trata de la zona verde y de recreo más grande y querida de Marmolejo. Va desde la estatua de La Pepa hasta el depósito de agua, más conocido como La Torre. El paseo está dispuesto a lo largo de una gran explanada con zonas de césped, fuentes de agua potable y grandes árboles que dan sombra y sirven de refugio para los que pasean o se sientan en los numerosos bancos que hay en todo el paseo. En la parte central se encuentra la fuente ornamental más característica de este lugar, que consta de tres arcos con adornos de cerámica y, en el centro, una paloma de la Paz del escultor Miguel Fuentes del Olmo. Antes de convertirse en el lugar de referencia de la localidad para pasear o tomar algo era conocido como el llano del Ejido. Su construcción comenzó en la década de los años 20 del pasado siglo y su primera fase debía de estar terminada para el año 1925, aunque no hay documentos que lo corroboren. Debido a las convulsas circunstancias históricas de ese momento no se inauguró oficialmente hasta 1933 y este año aparecía reflejado junto al nombre del paseo en el majestuoso arco central de hierro de los tres que nos dan la entrada al paseo, frente a la estatua de La Pepa. Desde su fundación ha sufrido diversas modificaciones y ampliaciones, unas para mejorarlo y otras para cambiarle el nombre, tal y como ocurrió tras la Guerra Civil, cuando pasó a ser el Paseo del Generalísimo. Ya en 1988 el ayuntamiento coloca una portada similar a la que había originalmente con la leyenda Paseo de la Libertad, quedando actualizado el nombre a su nomenclatura primigenia. En 1990 se realizó una nueva remodelación y ya en 2016 se llevó a cabo una reforma completa que incluyó los jardines, las fuentes potables, la fuente principal, los adoquines del suelo y el asfaltado de las zonas cubiertas de terrizo.