El edificio que alberga la parroquia se construyó en el siglo XIV. En los siglos XV y XVI se añade el crucero y en el siglo XVIII, las dos portadas. Pero la configuración general que presenta esta iglesia en la actualidad es fruto de la reforma realizada a finales del XIX por el arquitecto Justino Flores Llamas, que modificó rasgos característicos de la fachada principal bajo el influjo ecléctico de la época. Se trata de una iglesia con planta en forma de cruz latina que acoge una sola nave cubierta con bóveda de cañón provista de coro a los pies y torre prismática en la fachada. Cabe mencionar una peculiaridad de la parte trasera de esta iglesia, como es el popular escurridiso, rincón de piedra inclinado al modo de un tobogán por el que todos los niños y niñas de la localidad se han deslizado alguna vez.